De partidas...

Este post me pesa muchisimo escribirlo, pero ahí va.

Es duro despedirse de la gente cuando parte y sabemos que es para no volver. Mas duro ver que el pilar mas fuerte de la casa se puede resquebrajar en cualquier momento, soportando varios pilares mas. La partida de mi abuela paterna fue quizá el momento mas difícil de mi vida hasta ahora. Se han ido varios, muchos muy queridos, pero esta vez, tuve que cargar con todos. Es difícil ver a tu padre y tíos sufriendo de tal manera, aún a sabiendas que mi abuela se fue en paz y con paz.
Estoy agradecido con Dios por dejar a mi abuela tanto tiempo con nosotros, mas aún, dejarla platicar con todos sus hijos y casi todos sus nietos y despedirse tranquilamente de cada uno. La verdad es que ella tuvo tiempo de planear todo y organizar todo. Fue una gran bendición.
Por otro lado, la parte difícil, ver como se van rompiendo poco a poco todos, papá, mis carnales, tíos, primos... y yo como siempre, queriendo arreglar el mundo. Alguien tenía que ser el fuerte.
La verdad es que aún tengo muchas cosas guardadas de ese día y solamente ella sabe. Le estoy agradecido por todo el tiempo que nos dio, por todos esos ratos de platica, juego y diversión. Por ser una gran abuela y por ser todavía más, una grandisima madre. Se le extraña, creo que nunca se va a dejar de extrañarle.
Ahora la familia no es lo mismo y aunque inicialmente quisieron reunirse nuevamente creo que falta quien ponga orden...

A mi abuela M.
Te agradezco los grandes regalos otorgados para mi boda. Supongo que hiciste equipo con todos allá arriba. Un gran abrazo donde quiera que estés. El molcajete esta con ganas, justo lo que quería... y sirve para todo.
Ahí vamos a un mes de diferencia entre mi cambio de vida y el tuyo, siempre vas un paso adelante.

El mejor ejemplo de que Dios existe, nos quiere y nos premia, son mis abuelas.